Algunos alumnos vienen sin saber muy bien qué es Pilates y cómo se trabaja. Es normal si antes no has sido instruido. Hay muchos tipos de Pilates y cada escuela ha evolucionado de una manera. Para mí, cualquiera es válida siempre y cuando te motiven a hacer ejercicio.
En mis clases busco tu estabilidad lumbopélvica y escapular. Esto quiere decir, que seas capaz de disociar tus extremidades del tronco y que tu musculatura también trabaje de manera equilibrada. De esta forma, no hay músculos que se esfuerzan más porque otros no lo hacen (como la vida misma). También Pilates se diferencia porque trabajamos especialmente la musculatura más profunda, muy importante ya que son los responsables de estabilizar, aunque no luzcan tanto como los músculos superficiales.
En Pilates, como en Low Pressure Fitness, trabajarás en distintas posiciones (de pie, en cuadrupedia, sentado, boca abajo, boca arriba, de lado…) porque así podemos jugar con la fuerza de la gravedad, y por otro lado despistamos a tu cuerpo. A lo mejor no puedes hacer una sentadilla de pie, o crees que no puedes hacerla, pero ¿y si te pongo en posición supina? También te moverás en distintos planos (flexión, extension, flexión lateral, rotación…) para oxigenar tus articulaciones y tu columna. ¿Te imaginas estar siempre en la misma postura? Pues así es como se deben sentir algunas zonas de tu cuerpo que no has vuelto a mover libremente desde que eras un niño. Si nos fijamos, los animales salvajes tiene una musculatura perfecta. Ellos no han evolucionado como nosotros en comodidades y tecnología. No tienen coches, muebles ni ordenadores en su casa, pero tampoco sufren de dolor lumbar ni de cervicales. Los leones no necesitan ir al gimnasio.
Otra de las cuestiones que me gusta observar es la respiración. No haré hincapié sobre cuándo inhalar o exhalar, o tal vez sólo al principio. Pero sí observaré tu forma de respirar y el tono de tu diafragma. ¿Hay movimiento en tus costillas? La respiración debe ser una herramienta para facilitar el ejercicio y debe fluir libremente.
Existen otros aspectos, no menos importantes, como es la postura, la movilidad de la fascia, la neurodinamia y una variedad de factores que tengo en cuenta en las sesiones de Pilates e hipopresivos. Cada uno de los ejercicios tiene un porqué y está hecho con una intención. Por eso es muy importante para mí valorar qué trabajar contigo y hacia dónde queremos ir. Pero sobre todo me gustará que disfrutes del movimiento. Espero que cada sesión sea para ti una experiencia positiva donde progresas y reconozcas todo tu potencial. Me gusta cuando la gente sale de clase diciendo que siente que ha crecido. Y no sólo es una sensación física, porque creas espacios y de repente sientes que has crecido unos centímetros, sino que también sea una sensación interna de poderío. Muchas veces recibimos información sobre nuestro cuerpo que nos fragiliza, y en realidad somos mucho más fuertes y capaces de lo que nos creemos.
Por último, intentaré hablar poco para dejar espacio a tu diálogo interno. Tienes que estar muy presente y observarte. Te preguntaré con frecuencia cómo te sientes, o cómo has sentido el ejercicio. Esa información es importante para saber en qué dirección estamos yendo. A veces es un camino lento, pero irás llegando. Otras veces se hace la luz rápidamente. Depende de cada uno. Pilates tiene magia, así es que espero que disfrutes mucho y te conozcas mejor en este viaje.
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